Panorama general
En menos de una semana se han encadenado tres golpes políticos que buscan minar la campaña de María Fernanda Cabal. No son hechos aislados: apuntan a desactivar la opción más firme de la oposición a Gustavo Petro, con fuego cruzado de la oposición y de sectores del propio uribismo.
El referendo de autonomía fiscal: culpa fabricada
Se intentó responsabilizar a Cabal por el hundimiento del referendo de autonomía fiscal. Los números dicen otra cosa: en la Comisión Primera se requerían 11 votos y la votación quedó 7 a favor y 8 en contra; aun con su voto, no alcanzaba. Su ausencia obedeció a una diligencia en la Comisión de Acusación contra Petro, y fue usada para convertirla en chivo expiatorio de un proyecto sin consensos. Incluso circula la versión —no confirmada— de que hubo instrucciones para que Paloma Valencia y Cabal no votaran. El objetivo: cargarle la culpa.
José Obdulio y el guiño a Pinzón
El segundo golpe llegó cuando José Obdulio Gaviria señaló a Juan Carlos Pinzón como “mejor precandidato” para 2026. Un guiño al santismo que pretende desviar a las bases hacia una opción funcional al establecimiento, lejos del uribismo con principios que representa Cabal. El mensaje es claro: diluir la candidatura que incomoda.
La denuncia sin pruebas de Claudia Tarazona
El tercer ataque fue mediático: Claudia Tarazona afirmó que Cabal la amenazó, pero no presentó pruebas. Es la jugada de victimizarse para demonizar a la rival y sembrar el rótulo de “peligrosa”. Mucho ruido, poco sustento.
La sombra de los consultores: el factor Lester Toledo
A esto se suma el nombre de Lester Toledo, consultor político venezolano, a quien denuncias públicas señalan como articulador de la ofensiva comunicacional. Son versiones que no han sido confirmadas oficialmente, pero muestran coordinación: hilos externos moviendo la narrativa contra Cabal.
Lo que está en juego
Los episodios, en cadena, delatan una estrategia coordinada: desde afuera, porque Cabal es la oposición más frontal; desde adentro, porque algunos prefieren candidatos dóciles. Defender a María Fernanda Cabal es defender la coherencia, la dignidad y el derecho a una oposición real dentro del Centro Democrático y frente al proyecto de Gustavo Petro. Aquí no hay espacio para la tibieza: las bases deben decidir si permiten que desde adentro se desmonte la candidatura que dice las cosas de frente.