¡Dos de los centros especializados de Bogotá no resistieron el no pago de servicios por parte del gobierno que intervino la mayor EPS del país y dijeron No más!
La intervención del gobierno de la Nueva EPS terminó afectando a los 11 millones de usuarios. El informe de la Contraloria puso al descubierto la crisis financiera acelerada de la entidad y la red de contratistas privilegiados por la Nueva EPS desde que la intervino el gobierno el año pasado. Mostró unas deudas a marzo del 2025 que llegaban a los $ 21,3 billones de la Nueva EPS donde solo 36 prestadoras concentran el 40 % de la deuda, unos $ 5,2 billones.
Los efectos de esta crisis financiera se han visto en el deterioro de muchos servicios y últimamente en el grave anuncio para los afiliados de no poder acceder a los servicios de dos grandes centros: el Hospital San José y la Clínica Shaio.
El emblemático hospital San José
Carlos Humberto Pérez, director general del Hospital San José en Bogotá, informó que desde julio pasado la Nueva EPS no cumple con sus obligaciones y que la deuda supera los $ 3500 millones con lo cual suspenderan los servicios que prestaron durante 17 años, el proximo 1 de diciembre.
El Hospital San José de Bogotá fue fundado por la Sociedad de Cirugía de Bogotá en 1902, y, abrió sus puertas del edificio diseñado por Pietro Cantini en 1925. Su arquitectura inspirada en el Policlínico de Roma, con pabellones orientados a la luz natural y ventilación llevaron a declararlo Monumento Nacional. Fue pionero en avances médicos, como introducir la primera ambulancia y el primer ascensor hospitalario en Colombia.
La Clínica Shaio, el primer centro cardiovascular de Colombia
La Clínica Shaio fue fundada el 12 de abril de 1957 por los doctores Alberto Bejarano Laverde y Fernando Valencia más conocido como el Chato Valencia con el apoyo del filántropo de origen judío Abood Shaio. Shaio, quién llegó a Colombia en 1930 a los 51 años procedente de Alepo (en ese entonces Imperio Otomano) con tres telares y unas corbatas de seda para vender, en Bogotá estableció la fábrica de tejidos donde contrataba principalmente personal femenino e hizo fortuna. Shaio, en 1957, el mismo año de su muerte, entregó los recursos financieros para adquirir un lote en Suba, para establecer la primera clínica especializada en cardiología del país.
A pocos meses de operaciones se vinculó el recién graduado ingeniero eléctrico en Inglaterra, Jorge Reynolds Pombo, cuyos experimentos sobre los estímulos eléctricos lo llevó a la construcción a los 22 años de un marcapasos externo conectado a electrodos colocados en el corazón, que fuera implantado por primera vez en un ser humano por el médico Alberto Bejarano.
En esta clínica se dio vida a la transmisión telefónica de electrocardiogramas, a los programas de válvulas artificiales. El político y empresario Fabio Echeverri Correa (Q.E.P.D.), expresidente de la Andi, se hizo cargo de la Fundación en los 90 a raíz de la atención que le prestaron y asumió las riendas de la entidad hasta asegurar su sostenibilidad a la par de su excelencia en servicios especializados en cardiología a los que los usuarios de la Nueva EPS no podrán acceder a partir del mes de diciembre porque según Gilberto Andrés Mejía Estrada, director de la Clínica, explicó se ha visto obligado a destinar recursos por las cuentas por pagar de Nueva EPS que superan los $ 95.000 millones y se hacen insostenibles.