Bruce Dickinson y su banda junto a Move Concerts Colombia pusieron a más de 30 mil rockeros a saltar y cantar en el mejor concierto del año en Colombia
Cuando sonó el primer acorde de “Caught Somewhere in Time” el estadio El Campín se convirtió en un templo del heavy metal. Fueron en total 15 canciones con las que Iron Maiden deleitó a su público en Bogotá, a donde también llegaron fanáticos de Perú, Ecuador, Venezuela, que hicieron parte de los más 30,000 rockeros que se reunieron en un solo grito para estar presentes en el regreso de la banda británica, que la última visitó Colombia fue hace 13 años. El concierto fue una experiencia inmersiva cargada de poder, nostalgia y energía desbordante.
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Un arranque de locura
La velada comenzó con la presentación de Kronos, una banda colombiana que abrió el espectáculo con un set cargado de potencia, calentando el ambiente para lo que estaba por venir. Pasadas las 8:30 p.m., las luces se apagaron y los gritos ensordecedores marcaron la entrada de Iron Maiden. Inició con “Caught Somewhere in Time”, transportando a la audiencia a los años dorados del metal.
Recorrido por el pasado y el presente
La banda, liderada por un enérgico Bruce Dickinson, ofreció un repertorio que combinó clásicos como “The Trooper”, “Can I play whit madness” y “Alexander the great” con otros temas más recientes de su álbum Senjutsu. La escenografía fue una obra maestra, en los que las luces y los efectos visuales crearon un ambiente envolvente que complementaba cada canción.
La conexión entre la banda y el público fue evidente. Dickinson y sus poderosos 66 años, corrió por el escenario, arengó al público en español y demostró por qué sigue siendo una de las voces más icónicas del rock sobre la tierra. Por su parte, Steve Harris, Dave Murray, Nicko McBrain, Janick Gers y Adrian Smith impresionaron con su destreza musical, llevando cada riff y solo a un nivel sublime.
Un cierre apoteósico
El concierto culminó con “Wasted Years”, un himno de la banda, con la que los miles y miles de asistentes hicieron vibrar el estadio con sus voces acompañando Dickinson quien prometió regresar.
Move Concerts Colombia, la productora en cabeza de Alfredo Villaveces y su socio Phil Rodríguez organizaron un concierto impecable. Desde los filtros de seguridad hasta el manejo del ingreso no tuvieron problema alguno. Las largas filas para entrar al estadio quedaron en un segundo plano ante la magnitud del espectáculo. El 24 de noviembre de 2024 será recordado como el día en que el estadio El Campín se convirtió en el lugar donde varias generaciones de metaleros celebraron la con música que los une.
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Iron Maiden demostró, una vez más, que su legado no solo permanece intacto y el éxito del concierto mostro que Dickinson y los suyos siguen siendo los rockeros preferidos de los colombianos.
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