Más de 8.000 inmigrantes irregulares, entre ellos 1.500 menores, llegaron entre el lunes y martes al enclave español de Ceuta desde el país vecino, Marruecos, una cifra récord.
Y este miércoles, aunque se siguen registrando llegadas, estas pasaron a ser puntuales, en grupos muy reducidos y más distanciados, ante el aumento de la presencia policial en el lado marroquí, con los accesos hacia Ceuta cerrados, y las constantes “rechazos en frontera” con las que se encuentran los jóvenes nada más pisar suelo español.
De hecho, según informaron este miércoles las autoridades españolas, 5.600 de los que entraron de forma irregular desde el lunes en la ciudad autónoma ya han sido devueltos.
Las entradas comenzaron la madrugada del lunes, cuando miles de personas comenzaron a cruzar la frontera española de manera irregular en Ceuta, sin encontrar resistencia entres las fuerzas del orden de Marruecos en su lado de la frontera, denuncia la prensa española.
El momento en que se produjo este movimiento masivo de migrantes levantó suspicacia entre analistas y medios de comunicación españoles, quienes aseguraron el martes que las fuerzas de seguridad marroquíes propiciaron la situación debido a su inacción.