La cita es esta noche a las 6:00 p.m. en la que la Selección Colombia jugará contra Argentina, en el estadio metropolitano de Barranquilla pero esta vez con público incluido después de un año cerrado por la pandemia mundial del Covid-19.
El aforo con el que contará el estadio será de máximo 10.000 personas, lo que equivale al 25% de la totalidad que puede albergar el estadio, sin embargo, las únicas personas que podrán ingresar al partido serás los abonados que hayan realizado la reserva de sus boletas y representantes de los patrocinadores, que serán ubicados en las cuatro tribunas para presenciar, desde las 6:00 de la tarde, el juego entre Colombia y Argentina.
Ante el partido que se realizará el día de hoy, desde la noche de ayer se presentó en la Ciudadela 20 de Julio, un dispositivo de vigilancia inmensamente grande, jamás visto en la que cerca de 4.500 uniformados y 800 cámaras de seguridad para evitar cualquier intento de sabotear el partido.
Ante esto, el paso de vehículos tanto públicos como privados fue suspendido a las 11:00 a.m., además para ingresar al estadio se cuenta con tres anillos de seguridad.
“Hay algunos mensajes en las redes sociales invitando a boicotear este evento deportivo con el lema ‘sin fútbol no hay paz, desde la Policía Nacional queremos decirles que el fútbol construye paz”, dijo el comandante de la Policía Metropolitana, general Diego Rosero.
Es así, que la gente de Barranquilla comienza a ver una luz de esperanza pues los hoteles ya cuentan con un aforo del 45% gracias al partido y los taxistas se han reintegrado el 100% a sus ocupaciones.
asimismo, se cuenta con la apertura de los bares y tiendas que se preparan para acompañar a los ciudadanos a ver el partido, pues este es fundamental para la reactivación económica que se está llevando a cabo.
“Todos tenemos derecho a trabajar. Esto no es solamente un partido de fútbol, es la oportunidad de reactivar la economía del taxista, del vendedor de papitas, del señor del agua, de miles de barranquilleros”, comentó el alcalde de la ciudad, Jaime Pumarejo.
