Cómo se convirtió Enka en la mayor productora de telas a partir de botellas de plástico

Hace sesenta años aterrizaron en Medellín los holandeses de AkzoNobel, para ese entonces un importante productor de nylon y polyester, con una historia industrial de más de 350 años. Llegaron convocados por los dueños de cinco destacadas empresas textiles de Antioquia interesados en la fabricación y comercialización de resinas y fibras sintéticas, Hilanderías Medellín, Fabricato, Pantex, Tejicondor y Confecciones Colombia y fundaron Enka de Colombia.

Dos años después, en 1966, ya estaba marchando en Girardota, Antioquia, la primera planta con capacidad para producir 4.200 toneladas de nylon y poliéster, materia prima para la industria de las confecciones y de llantas.

Durante su apogeo, Enka llegó a ser una de las diez compañías más grandes de Colombia. Sin embargo, la intensa competencia derivada de la apertura económica con Estados Unidos a principios de los años 90, bajo el gobierno de César Gaviria, la llevó a la quiebra. En este período, los países asiáticos jugaron un papel crucial en su declive, ya que su producción, equivalente a dos terceras partes de los textiles mundiales, permitió la exportación de grandes volúmenes de textiles e hilaturas, desplazando la demanda de productos nacionales.

Planta de Enka en 1966
La planta de Enka en 1966 en Girardota, al norte del Área Metropolitana del Valle de Aburrá

La empresa acumuló deudas y para finales de 2002, cuando solicitó un acuerdo de reestructuración, ya debía $ 320.000 millones. La crisis trajo la renuncia de su presidente Nelson Mejía Ramos, luego de permanecer por más de 38 años en la empresa. Durante un año asumió el cargo Francisco Romero Gaitán, y en octubre de 2003 se posesionó al actual CEO, Álvaro Hincapié Vélez, quien fue el encargado de realizar un acuerdo con los proveedores que incluyó amplios plazos y tasas de interés mínimas, a pesar del escepticismo de estos sobre una posible recuperación. Los trabajadores aceptaron la eliminación de cláusulas extralegales y el personal administrativo fue reducido.

Para superar la crisis, la compañía decidió desinvertir en negocios poco rentables y de alto riesgo, lo que le permitió disponer de 160 millones de dólares. Este capital se utilizó para adquirir maquinaria de última tecnología y desarrollar productos de mayor valor agregado, lo que impulsó su competitividad y eficiencia. Fue la oportunidad también para con una idea audaz, darle una vuelta a la compañía, que en quince años ha convertido a Enka en los reyes en la producción en telas sintéticas a partir de botellas de plástico.

Enka se ha consolidado como la red de reciclaje más grande de Colombia, procesando diariamente más de seis millones de botellas, lo que equivale a aproximadamente 2.190 millones de envases anuales a base de petróleo que son rescatados de la contaminación y transformados en nuevos productos de alto valor agregado. Estos incluyen empaques para alimentos, envases de detergentes y fibras utilizadas en la fabricación de ropa o para rellenos de almohadas.

Tras casi dos décadas dedicadas al reciclaje, su filial, Eko Red, se ha convertido en la mayor red de recolección de Colombia. En 2023, esta red, con el apoyo de más de 100.000 recicladores, recolectó más de 1.354 millones de botellas PET posconsumo, operando en 32 departamentos y 900 de los 1.110 municipios de Colombia.

Eko Red de recolectoresEko Red de recolectores
Eko Red la mayor red del país en recolección de botellas PET para su reciclaje, opera en todos los departamentos del país

Un cambio radical que disparó la compañía 

Álvaro Hincapié Vélez, un ingeniero electricista de la Universidad Bolivariana que ha liderado la empresa desde 2003, impulsando su transformación hacia la economía circular y el reciclaje de botellas PET, y una junta directiva que le ha apostado a este nuevo enfoque, como Darío Fernando Gutiérrez quién participa desde 2005 y su presidente, Rafael Ignacio Posada, miembro desde 2011.

Con un respiro financiero Enka realizó un giro crucial. Abandonaron su negocio original de producir insumos para el sector textil y de llantas a partir de derivados del petróleo, y en su lugar, utilizaron su experiencia para producirlos a partir de materias primas recicladas. Apostaron decididamente por la economía circular, un concepto del que apenas se hablaba en Colombia en ese momento

Es el mismo 2007, después de cinco años de reestructuración empresarial y con un modelo de negocios más convincente, Enka se cotizó en la Bolsa de Valores de Colombia. Esto permitió que los acreedores se convirtieran en accionistas, cubriendo el 70% de las obligaciones existentes al inicio de su proceso ante la Superintendencia de Sociedades. El pasado 13 de marzo de 2025, la Asamblea de Accionistas autorizó la readquisición de acciones ordinarias en circulación, algunas aún en manos de estos antiguos proveedores, por un monto de hasta $15.000 millones de pesos, lo que equivale aproximadamente al 9,99% de la compañía, en un plazo de tres años.

Planta de reciclajePlanta de reciclaje
La planta de reciclaje procesa 6 millones de botellas PET al día

Dos años después, en 2009, Enka inició el reciclaje de botellas PET en una planta que las procesa y las convierte en fibras (hilos) para el mercado de geotextiles (las telas negras utilizadas en la pavimentación de vías). Este proceso utiliza botellas verdes y ámbar.

En 2010, lanzaron la marca Eko para productos reciclados de alto valor agregado, incursionando en el mercado de ropa. Eko Fibras es su marca de fibras funcionales de poliéster, empleadas en la fabricación de no tejidos técnicos (entretelas, moquetas, bases para calzado, esponjillas abrasivas, filtros y geotextiles), guatas y rellenos (almohadas, cojines y muñecos), entre otros.

En 2013, se constituyó Ekored, encargada de la logística de recolección de estos productos en Colombia. Un año después, en 2014, inauguraron una planta que transforma las botellas en materia prima para, nuevamente, fabricar botellas, ampliando así su cartera de clientes con las principales embotelladoras locales e internacionales. Diez años más tarde, inauguraron otra nueva planta de reciclaje de PET, duplicando su capacidad de producción. Su producto Eko Pet ofrece resinas recicladas aptas para el contacto con alimentos.

Entre sus clientes se encuentran importantes compañías de bebidas como Postobón, Coca-Cola y Pepsico para sus envases. En cuanto a los filamentos de poliéster, Enka suministra a empresas como Adidas, que los utiliza para producir camisetas deportivas. Con una capacidad anual de producción que supera las 100.000 toneladas, es el principal fabricante de lona para llantas de nylon 6 en América, el mayor productor de filamentos y fibras sintéticas en la Región Andina, y uno de los principales competidores en Latinoamérica.

La producción de energía propia con una planta termoeléctrica, otras de sus innovaciones

Uno de los proyectos más exitosos de Enka es su planta de generación de energía termoeléctrica, que utiliza carbón como combustible. Esta planta abastece la mayor parte de las necesidades energéticas de la empresa, cuyo sistema de producción requiere una operación continua.

Planta de EnkaPlanta de Enka
Fabrica actual de Enka con sus diferentes ampliaciones

El remanente de etiquetas de los envases dio origen a un nuevo negocio: su producto Eko Poliolefinas. Para esto, instalaron una nueva planta que procesa estos materiales para producir resina de polietileno y polipropileno. Sus exitosos hilos industriales y cuerdas de Nylon 6 se utilizan en aplicaciones de alta exigencia que requieren resistencia mecánica, a la abrasión y a la fatiga, como redes de pesca, de seguridad, deportivas y agrícolas, cordería y cabos marinos, aplicaciones mecánicas de caucho, hilos de costura, telas de refuerzo para llantas, aplicaciones de tejido plano y aplicaciones de salud e higiene.

La reestructuración, que duró 19 años, transformó por completo las líneas de productos de la empresa. Actualmente, el 85% de los productos que fabrica Enka no se elaboraban hace 20 años. Además, su producción pasó de depender en un 100% de materias primas derivadas del petróleo a utilizar un 70% de materias primas que son basura y la empresa recicla. En el transcurso de este proceso, los holandeses de AkzoNobel también enfrentaron reveses en sus operaciones de fibras sintéticas, por lo que se deshicieron de su negocio de productos químicos, incluida su participación en Enka. Sus inversiones actuales se concentran en negocios de pinturas y recubrimientos, que incluyeron en 2022 la compra del Grupo Orbis en Medellín, fabricante de Pintuco.

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La venta de AkzoNobel dejó al Grupo de Inversiones Suramericana cuya cabeza es Ricardo Jaramillo Mejía, como el mayor accionista de Enka con un 16,76%. Le siguen C.I. Ayura con un 11,87% de propiedad de los herederos de Eliseo Restrepo, Inversiones CFNS (vehículo de inversión de Valores Bancolombia) con un 6.6%, y otros 22 accionistas con menos del 3,64%, incluyendo la Universidad Pontificia Bolivariana con un 1,54%.

En 2024, las ventas de Enka alcanzaron los $487.908 millones de pesos, una cifra significativamente menor que en 2023, cuando las ventas fueron de $574.396 millones. Esta disminución se debió principalmente a un exceso de oferta de productos de bajo precio provenientes de China e India, elaborados con materias primas de Rusia. Sin embargo, este factor no afectó sus negocios “verdes”, por lo que este año Enka ha decidido enfocarse aún más en la economía circular y en el que los 100 mil recicladores colombianos con sus botellas plásticas son un elemento clave.

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