El uniforme naranja ‘Made in USA’ que Petro ya empezó a medirse

El uniforme naranja ‘Made in USA’ que Petro ya empezó a medirse

Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

Gustavo Petro no atraviesa una simple disputa diplomática con Estados Unidos. Lo que está ocurriendo es mucho más profundo y peligroso: sus decisiones están siendo interpretadas como amenazas directas a la seguridad nacional estadounidense.
Ese es el punto ciego de Petro. Y en Estados Unidos, cuando alguien amenaza la seguridad nacional, la respuesta no es diplomática: es judicial.

De ahí surge la figura del uniforme naranja, el traje que usan en las prisiones federales quienes han sido condenados por delitos que afectan la seguridad de EE. UU. Ese destino no es hipotético. Varios expresidentes, dictadores y altos funcionarios extranjeros ya terminaron usándolo.

Los que ya terminaron de naranja

La lista de líderes y altos funcionarios que han terminado en manos de la justicia estadounidense es elocuente: expresidentes como Juan Orlando Hernández, Manuel Noriega y Alejandro Toledo pasaron del poder al uniforme naranja; figuras como Tony Hernández y los generales venezolanos Hugo Carvajal y Clíver Alcalá cayeron por narcotráfico y conspiración; y funcionarios de países como Guinea-Bisáu, El Salvador y República Dominicana fueron atrapados por lavado y corrupción. El mensaje es simple: cuando Washington actúa, ningún cargo ofrece inmunidad y los  viste de naranja

Petro está cometiendo los mismos errores que los llevaron a su caída. Y cada una de sus acciones se conecta con la categoría que Estados Unidos más protege: su seguridad nacional.

Las acciones de Petro que afectan la seguridad nacional de Estados Unidos

Para entender la magnitud del problema, hay que ver los hechos no como incidentes aislados, sino como piezas de un patrón. Estados Unidos no actúa por simpatías ideológicas ni por escándalos mediáticos. Actúa cuando identifica riesgos a su seguridad interna, militar y hemisférica.

Bajo esa lente, aquí está el patrón de ataques de Petro.

“El video que puede llevar a Petro a un indictment en Estados Unidos”

En Washington, Petro llamó, suicidamente, por megáfono a los soldados de EE. UU. a desobedecer a Donald Trump. El hecho es aún más grave viniendo de un presidente extranjero, sin visa, y él con su entorno en la Lista Clinton y defensor de Maduro, actuando en territorio estadounidense. La legislación de ese país es explícita: el Título 18, sección 2387 castiga la incitación a la insubordinación militar. Ese video no es un incidente político; es la pieza fundamental para iniciar una acusación formal, un indictment, contra Petro, pues constituye evidencia directa de un ataque a la seguridad nacional.

Alineamiento con Maduro: respaldo a un régimen hostil

Petro ha defendido sistemáticamente a Nicolás Maduro, un régimen que EE. UU. considera: aliado de carteles, facilitador de lavado internacional, refugio de grupos armados, y amenaza para la región, con conexiones con Hezbollah, Hamas, Irán y Cuba.

La propuesta de Petro de una zona binacional fue leída en Washington como un corredor de actividades ilícitas. Esto no es “geopolítica alternativa”: es una amenaza directa a la seguridad hemisférica.

Romper la cooperación con la DEA: obstrucción a operaciones federales

La cooperación antinarcóticos es el pilar de la relación Colombia–Estados Unidos. Protege a EE. UU. de cargamentos, rutas aéreas, redes de lavado y estructuras criminales. Cuando Petro la suspende o la debilita, no está “cambiando la lucha antidrogas”.
Está obstruyendo operaciones federales, uno de los delitos que llevaron a prisión a Juan Orlando Hernández en Honduras.

Devolver vuelos con deportados: desafío a la seguridad interna

Petro ordenó devolver aviones con deportados, desafiando protocolos del Departamento de Seguridad Interna (DHS). Washington interpreta esto como hostilidad institucional. Los fiscales lo ven como parte de un patrón adversarial que compromete control fronterizo y seguridad interna.

Visa cancelada y Lista Clinton: alarma máxima

La cancelación de visa para un presidente no es un trámite administrativo. Es un mensaje de que el individuo es considerado riesgo potencial para la seguridad y la integridad financiera de los Estados Unidos.
La inclusión de él y su entorno en la Lista Clinton amplifica ese riesgo. Así comenzó la caída de Toledo.

El nuevo mapa de riesgos: “Lanza del Sur”

El anuncio de la operación “Lanza del Sur” marca la nueva doctrina hemisférica de EE. UU. Frente a narcoestados, redes criminales, contrabando, rutas marítimas ilícitas, influencia del eje Cuba–Venezuela–Nicaragua.Envía un mensaje: Estados Unidos volvió a tratar la región como teatro estratégico de seguridad nacional.
Varias de las acciones de Petro encajan exactamente en ese perfil de riesgo.

El punto donde la historia deja de ser diplomacia y empieza a ser expediente

Petro cree que está debatiendo política exterior. No entiende que está tocando el nervio más delicado de Estados Unidos: su seguridad nacional.

Los halcones republicanos ya ven a Petro como una amenaza. Figuras como Moreno, Salazar, Giménez, Graham y Rubio, expertos en impulsar sanciones contra regímenes hostiles, lo tienen en la mira. Y cuando ese bloque etiqueta a alguien como riesgo de seguridad nacional, Washington actúa.

Y prueba de ello, son lo que han amenazado esa seguridad, presidentes, dictadores, generales y funcionarios, terminaron igual: Hernández, Noriega, Toledo, Carvajal, Alcalá, terminan vestidos de naranja.

Petro repitió ese camino, es cosa de tiempo. Cada acto hostil, cada ruptura, cada declaración y cada alineamiento peligroso confeccionaría su propio uniforme naranja. Petro y Maduro están en la misma ecuación: la futura cárcel.

Del mismo autor: Lepra política a Petro: la bacteria que le provoca la Lista Clinton

Noticia Principal

Compartir en :