La vida pasa en los recuerdos

Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

 - La vida pasa en los recuerdos
Luis Fernando Peláez, uno de los artistas grandes de su generación

Luis Fernando Peláez cumplió 80 años y por esos en estos días hubo una gran celebración para el maestro antioqueño en Bogotá. Él ya es un hombre de los grandes e importantes de su generación.

Artista que en las montañas antioqueñas construye la grandeza del tiempo en busca de la soledad y la memoria. Busca representar el tiempo. Intenta reunir con pocos argumentos el problema del olvido mientras el tiempo pasa en el presente fugaz.

A lo largo de la historia Luis Fernando Peláez necesitó para su creación permanecer en una estructura ensamblada con todos los fenómenos abstractos como las ideas, los conceptos y las costumbres. con los pocos acontecimientos, los objetos inanimados y seres imaginarios o reales.

 - La vida pasa en los recuerdos - La vida pasa en los recuerdos

 Esta estructura es un proceso en constante reconfiguración de un mundo con un movimiento donde el viento, la casa simple, el vidrio con luz sin reflejo nos deja una imagen quieta mientras el tiempo pasa.

Esta estructura, en constante proceso de reconfiguración, nos deja la vida en el recuerdo, en la memoria de los que vivimos y somos testigos de lo que pasó en un paisaje. El tren que pasó, el muelle de la despedida. En el árbol escuálido que queda sólo a pesar del tiempo y con la adversidad del viento.

La partida es parte del recuerdo. Ese adiós que quedó en silencio suspendido entre preguntas sin respuestas, en el camino sin fin. En el recorrido interrumpido. Todo se va para no volver mientras el tiempo pasa irremediablemente.

 - La vida pasa en los recuerdos - La vida pasa en los recuerdos

La distancia deja la huella de la soledad. Y nosotros quedamos en un camino misterioso donde sólo el silencio cuenta la historia callada de lo que pasó y nos deja la huella en una puerta de salida sin entrada o, al contrario, entrada sin salida.

También puede ser en una circunstancia insólita de una maleta que se fue cargada de recuerdos. Y se fue a la inmensidad de lo lejano, en el agua, en el aire o por tierra. Se fue y nos queda sola la soledad irremediable de una partida sin retorno mientras el tiempo pasa con sus minutos, con horas, con sus días y sus noches. Solo con recuerdos que quedan en la memoria. Con la imagen estática, pero cargada de sentimientos.

 - La vida pasa en los recuerdos - La vida pasa en los recuerdos

El adiós fue un instante que ocurrió casi desapercibido y nos quedó lo inexplicable de la vida en el tiempo presente, entre el intencional olvido y la memoria presente de lo que fue. De lo posible imposible en un silencio en un imperturbable.   

Inscríbete al boletín de Las2orillas

Noticia Principal

Compartir en :