Un joven que fue detenido por cometer hurto en Brasil, cumplió sus 18 años en prisión, ante eso los policías que se encontraban allí se enteraron y en un noble gesto le celebraron el día con pastel, gaseosa, la canción tradicional y hasta la presencia de su mamá.
Sin embargo, la institución al conocer el caso dejó en claro que no había dado permiso o promovido tal festejo, por pequeño que fuera. Además, abrió un proceso administrativo de carácter disciplinario para investigar a los uniformados.
Quizá no fue un cumpleaños “feliz”, pero al menos el acusado estuvo acompañado por su mamá, quien también compartió una pieza del pastel.