En 2022, el huracán Julia azotó la costa norte de Colombia, en especial en el departamento de La Guajira en su zona alta. Esto ocasionó que la ranchería de la comunidad Kayuswaaralu se cayera.
Por esto, el Ministerio de Vivienda, Fundación Grupo Argos, Cementos Argos, Grupo Aval y Fundación Santo Domingo hicieron alianza público-privada para construir 30 viviendas que benefician a comunidades Wayuu damnificadas por el huracán Julia en la alta Guajira. Además, el proyecto Miiroku beneficiará a 270 familias.
Esto se realizará a través del programa ‘Casa para mí’ de Cementos Argos, el cual está diseñado para ofrecer soluciones de vivienda para comunidades vulnerables a gran escala, como lo fue esta población de La alta Guajira
La inversión de este proyecto será por $4.000 millones, de los cuales 70% serán aportados por el Ministerio de Vivienda, ya que esta es una alianza público-privada. La culminación de esta inactiva social se espera que termine en el primer trimestre de 2025.
Las viviendas contarán con una cubierta a dos aguas invertida que recogerá la mayor cantidad posible de agua lluvia en dos tanques centrales de 1.000 litros cada uno y el agua segura, en carrotanques.
El recurso hídrico será tratado a través de filtros de agua, para el consumo humano. Estos procesadores serán donados por la Fundación Grupo Argos de su programa Aquavida. Además, este esquema es transferible a otros territorios indígenas homogéneos.
Las viviendas que se construirán cumplen con las normas de construcción y sismo resistencia vigentes en Colombia. De la misma manera, tienen en cuenta las características ambientales de la Guajira principalmente vientos huracanados.
Las casas tienen un área construida de 70 metros cuadrados y son edificadas en sitio propio, que se reconoce el chinchorro o hamaca como el mobiliario principal y el módulo por “excelencia” para determinar las dimensiones de la casa.
El proyecto tendrá como base un sistema constructivo que responde de manera rápida a una construcción escalable, con bajos costos logísticos y con tiempos de entrega no mayores a 1,5 meses por vivienda, teniendo como pilar arquitectónico la rápida construcción de las unidades previstas.
Juan Esteban Calle, presidente de Cementos Argos, dijo que “creemos que podemos hacer posible los sueños de vivienda e infraestructura en los territorios donde operamos. Una casa digna es un derecho fundamental, ya que los sueños de una familia parten de tener un techo propio”.
Calle enfatizó en que les “preocupa” que más de cinco millones de familias no puedan contar con una vivienda propia en Colombia y que si se analiza a nivel mundial se ve que más de dos billones de ciudadanos no tienen la opción de contar con una casa “digna”.
El presidente de Cementos Argos explicó que ‘Casa para mí’ es un programa social que está orientado a resolver el problema cuantitativo de casa propia que existe en Colombia, por lo que, desde hace años, junto a Elizabeth Londoño, directora del programa, han trabajado en desarrollar viviendas siempre respetando la cultura de cada comunidad a la que llegan.
Elizabeth Londoño, directora del programa ‘Casa pa mí’, recalcó que “entendimos que la comunidad no duerme en camas tradicionales y habitaciones como nosotros tenemos, sino que descansan en chinchorros. La conexión con la tierra de esta población va mucho más allá de la disponibilidad y entra en la importancia de lo ancestral de su cultura”.
Conchita Iguarán, lideresa de la comunidad Kayuswaaralu, una de las poblaciones afectadas por el huracán Julia, mencionó que desde un comienzo se hizo una interacción muy fuerte entre las empresas y la comunidad indígena y que de esta forma generaron una confianza entre las dos partes.
“Este universo mágico nos ha unido a todos para tener una misma lucha y con el mismo propósito, que es dignificar la vida de las comunidades indígenas de la región ”, enfatizó.