Los contratos en exploración y explotación son fundamentales para garantizar la continuidad en la producción de petróleo y gas, productos que también son conocidos como hidrocarburos. Entre 2023 y marzo de 2025, Colombia no firmó nuevos contratos de exploración y explotación, ubicándose detrás de Uruguay (1), Ecuador (3), Surinam (5), Venezuela (7), Argentina (7), Perú (13) y Brasil (183).
Lo que vendría para el futuro (a partir de 2030) podría ser una declinación en la producción de Brasil, lo que, para la Asociación Colombiana de Petróleo, ACP, genera expectativas para que el mercado nacional pueda suplir la demanda. Para el gremio, a pesar de la falta de nuevos contratos, existe la posibilidad de potenciar este mercado mediante un cambio en la política energética.
La tendencia en la oferta y demanda internacional reveló que se necesitarán más de 100.000 millones de barriles de nuevas reservas, todo ello con la meta de cubrir el déficit de petróleo entre 2035 y 2050. Como resultado de este contexto, se podría capitalizar el déficit de petróleo desde la segunda mitad de la década 2030.
El petróleo y el gas pueden hallarse en un mismo yacimiento o campo de producción, es por ello que hacer referencia a estos dos componentes va de la mano. Pero si se pone la lupa sobre el petróleo, la actual política energética haría que para 2030 se acabara la actividad exploratoria en contratos vigentes.
Lo anterior causaría la imposibilidad de producir petróleo tanto en el mediano como en el largo plazo, lo que impactaría las metas del Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2024 y pérdidas cercanas a $40 billones entre 2027 y 2035; estos ingresos se originan de rentas, regalías, impuestos, derechos económicos, entre otros.
Perspectivas de inversión en exploración en 2025
ACP proyectó inversiones en esta materia por US$740 millones, 18% menor a la que hubo en 2024 (US$900 millones); esta sería la inversión más baja en los últimos cuatro años. Los montos llegarían a dos regiones: Caribe (US$335 millones) y Llanos Orientales (US$304 millones). Sin embargo, se requiere retomar exploración en cuencas maduras.
Las zonas que concentrarán inversiones en exploración son la costa afuera en el mar Caribe (US$225 millones), Casanare (US$186 millones), Meta (US$85 millones), Córdoba (US$38 millones) y Sucre (US$36 millones).