Una refinería modular, con las ventajas de una zona franca, y una serie de obras viales, son los objetivos de mediano y largo plazo para el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar.
El funcionario destacó la importancia de buscar inversionistas para la refinería, las necesidades por $4,5 billones para infraestructura vial y los planes que pueden reforzar el rol como puerto con Venezuela.
¿Cómo se imagina la Gobernación una refinería modular en el departamento?
Están dadas las condiciones para una refinería modular con régimen franco. Nosotros colocamos el lote, colocamos el régimen franco y los permisos.
Ya hablamos con el Ministerio de Minas y hay la posibilidad de que ellos nos ayuden a agilizar todo. El Gobierno Nacional subsidia en $2.000 cada galón de combustible que se consume aquí en la zona de frontera, eso equivale más o menos entre US$80 millones y US$100 millones al año.
Si el Gobierno Nacional pudiera evitarse eso autorizando la refinería, obviamente que es un ahorro para el Gobierno, a ellos también les interesa. Nosotros pudiéramos producir 15 millones de galones que se consumen aquí en el Norte de Santander, podríamos venderle tres millones de galones que necesita el Estado Táchira e incluso tendríamos cómo vender el combustible a Arauca y a Cesar, porque sale más barato.
¿Cuánto costaría un proyecto de ese tipo?
Son cerca de US$100 millones para una refinería de capacidad regional. Buscamos inversionistas que tengan experiencia obviamente en refinería y que hagan una modular como la hay en la zona franca de Santa Marta, que también ya la tenemos. Tenemos toda esa posibilidad y obviamente que queremos avanzar en promocionar este proyecto.
¿Cuáles son los otros proyectos que necesita el departamento en infraestructura vial?
Necesitamos terminar la doble calzada entre Pamplona y Bucaramanga, porque la doble calzada llegó a Cúcuta – Pamplona pero por una circunstancia especial no se pudo realizar Pamplona – Bucaramanga. Esa doble calzada nos ayudaría a generar la salida de todos los alimentos, de todas las personas, por ese sector.
La otra es poder arreglar la vía Cúcuta – Ocaña, que también es red primaria y depende del Gobierno nacional, ya sea a través de un túnel o una doble calzada. Y el otro proyecto importante tiene que ver con la vía La Soberanía, que también es vía que depende del Gobierno nacional y que une a Toledo y al departamento con Arauca y con Saravena.
¿Cuánto necesita el departamento para esos tres proyectos?
Se necesitan $4,5 billones para infraestructura vial en Norte de Santander. Están en manos del Gobierno nacional porque la competencia en red primaria y en el tema del tren es directamente del Ministerio de Transporte.
¿En qué fases van las obras que dependen de la Gobernación?
Adicional a eso están los que nosotros estamos desarrollando, el centro de convenciones, el centro de eventos y el parque industrial con régimen franco.
Tenemos la zona franca de la Gobernación del Departamento, son 27 hectáreas, renovaron el régimen franco por 30 años, hay oportunidades para inversionistas extranjeros. Precisamente, con una zona franca de este tipo, los cálculos oficiales hablan que la producción de bienes pueden ser de por lo menos 30% de lo que costaría hacerlos en otros espacios. Lo que se exporte no paga IVA, y los productos que se necesiten para su producción tampoco tienen IVA.
¿Cómo funcionaría el modelo de un tren de carga y de qué depende el avance?
Sí, el tren tiene un estudio de prefactibilidad y evaluó tres alternativas. Pero básicamente es salir de Puerto Santander, Cúcuta, llegar a Tibú, llegar a Altarra, a Convención, pasar por ese sector, ahí se desvía un poco, pero al final es Tibú – La Mata en el Cesar, llegar hasta allá, de ahí se puede conectar al sistema férreo y atravesaría todo el Catatumbo, que es casi la mitad del departamento, y pasaría y recogería todos los productos de esta región y los llevaría directamente al Mar Caribe.
