Cada año, más de 8 millones de personas en el mundo mueren debido al consumo de tabaco; 7 millones de estas muertes se deben al consumo directo, y alrededor de 1,3 millones son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno. En Colombia, mueren aproximadamente 34.000 personas por esta causa. Por tal razón, la comunidad global y local se unen para concientizar sobre los devastadores efectos del tabaco en la salud pulmonar y la importancia crucial de la prevención.
El tabaco es responsable de un gran número de enfermedades respiratorias crónicas y agudas. Fumar daña seriamente el sistema respiratorio, siendo la principal causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que incluye afecciones debilitantes como la bronquitis, tos crónica y dificultad para respirar, que empeoran con el tiempo y pueden llevar a una incapacidad permanente. El tabaco también contribuye al desarrollo de otras enfermedades respiratorias graves como la neumonía, y exacerba los síntomas del asma.
Además del impacto directo en las vías respiratorias, el tabaquismo es el factor de riesgo principal para el cáncer de pulmón, una de las formas más letales de cáncer. Las personas que fuman cigarrillos son entre 15 y 30 veces más propensas a contraer cáncer de pulmón o a morir debido a esta enfermedad, que las personas que no fuman. De hecho, este tipo de cáncer suele diagnosticarse en etapas avanzadas, lo que además de ser uno de los más riesgosos, reduce significativamente las opciones de tratamiento oportuno.
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En Colombia, el cáncer de pulmón también es una preocupación creciente. Las estadísticas indican que es una de las principales causas de muerte por cáncer en el país: para 2023 se registraron 5.879 casos prevalentes de cáncer de pulmón y la enfermedad ocupó el séptimo lugar entre los 11 tipos de cáncer priorizados en el sistema de salud colombiano.
“Es fundamental recordar a toda la población que no hay ningún nivel de exposición al humo del tabaco sin riesgo. El tabaco exacerba el asma y pone en riesgo la salud de los niños pequeños, quienes, al estar expuestos al humo de tabaco, pueden sufrir un agravamiento del asma, neumonía, bronquitis e infecciones de las vías respiratorias inferiores. Esto no solo afecta la salud en el corto plazo, sino que también puede llevar a la EPOC en la edad adulta. Proteger a nuestros niños y a la población en general de estos peligros es una prioridad de todos” señaló Carolina Duarte, Gerente Médica del área Respiratoria de GSK Colombia.
La Importancia del no consumo y la prevención
La prevención del tabaquismo es fundamental para proteger la salud respiratoria de la población. Abordar el consumo de tabaco desde una perspectiva preventiva no solo reduce el riesgo de enfermedades graves, también mejora la calidad de vida de las personas. Hoy, GSK destaca algunas razones clave por las que es vital evitar el consumo de tabaco y fomentar la prevención:
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● Reducción del riesgo de enfermedades: evitar el consumo de tabaco disminuye significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC, así como el cáncer de pulmón. También reduce la probabilidad de sufrir infecciones respiratorias agudas y empeorar condiciones preexistentes como el asma. Después de 5 años, el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga se reduce a la mitad. El riesgo de cáncer de cuello uterino se reduce al nivel de riesgo de una mujer no fumadora. El riesgo de accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales) puede reducirse al nivel de una persona no fumadora después de 2 a 5 años.
● Protección de los no fumadores: la prevención del tabaquismo protege a los no fumadores de la exposición al humo de segunda mano, que es igualmente perjudicial. Los no fumadores, especialmente niños y personas con condiciones de salud preexistentes, se benefician de los entornos libres de humo.
● Mejora de la calidad de vida: las personas que no fuman suelen tener una mejor calidad de vida, con una mayor capacidad respiratoria, menos síntomas crónicos y una mejor salud general.
● Posibilidad de realizar actividad física: las personas que no fuman y aquellos que dejan de fumar encuentran que tienen una mayor capacidad para realizar actividades físicas. Mejorar la capacidad pulmonar y reducir la fatiga permite llevar un estilo de vida más activo y saludable, además de reducir la sensación de estrés y ansiedad.
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