La tasa de usura sigue con su tendencia a la baja que empezó en mayo de 2023, completando ahora 18 meses de reducciones en la tasa.
De acuerdo a la Superintendencia Financiera de Colombia, SFC, la tasa se ubicó en 27,90% para noviembre. Esto representa una reducción de 27 puntos básicos frente al indicador de octubre, que estaba en 28,17%.
Esta será la tasa máxima que su entidad financiera le puede cobrar al solicitar un crédito, lo que hace que las compras con tarjetas sean más económicas este mes.
De hecho, esta reducción sitúa el indicador en niveles mínimos no vistos desde marzo de 2022, cuando la tasa de usura era de 27,71%.
Los analistas esperan que este movimiento en las tasas de interés siga impulsando la recuperación del consumo y el aumento en la solicitud de créditos, tras la caída observada el año pasado.
“Los beneficios de una tasa de usura baja son un mayor acceso al crédito, pues facilita que más personas puedan financiarse sin altos costos; protección contra endeudamiento excesivo, ayudando a evitar que los deudores enfrenten pagos imposibles de sostener y más estabilidad financiera”, señaló Diego Macias, gerente de consultoría financiera en Magar Asociados.
Macias también aseguró que dentro de las posibles desventajas de una tasa de usura baja, resalta la restricción de oferta de crédito. “Las entidades financieras pueden reducir los préstamos si consideran que no obtendrán suficiente rentabilidad, aumentando también los requisitos para préstamos”, agregó.