Se trata de un veterano de guerra que a sus 66 años no solo sueña con más herederos, también con una nueva mujer.
El nombre de Misheck Nyandoro quizá no le diga mucho, pero desde comienzo de semana empezó a ocupar espacio en los medios de Zimbawe, un país de unos 14 millones de habitantes ubicado entre Mozambique, Zambia y Suráfrica, por ser conocido como el hombre con 16 esposas y 151.
“Misheck Nyandoro no trabaja y afirma que su tiempo completo es para satisfacer a sus esposas, que cocinan, limpian y atienden todos sus deseos”, publicó el Daily Mail inglés.
Misheck, según el medio británico, se ha quejado de sus esposas mayores porque “no pueden seguir el ritmo de su insaciable deseo sexual”, por lo que se vio obligado a buscar unas más jóvenes.
El hombre, que vive en el distrito de Mbire, al norte de Zimbawe, diseñó un horario que le permite ‘satisfacer’ al menos a cuatro de sus esposas por noche.
“Voy a las habitaciones que tengo en mi horario. Luego satisfago a mi esposa y me muevo a la siguiente habitación. Este es mi trabajo. No tengo otro trabajo”, dijo al diario local The Herald.
“Altero mi comportamiento en el dormitorio para adaptarlo a la edad de cada una de mis esposas. No actúo igual con los jóvenes que con los mayores”, agregó.
La historia de su poligamia empezó en 1983, dijo él, y espera que pueda tener más hijos hasta el día de su muerte.
De hecho, aseguró que sus esposas “están extremadamente felices con sus vidas y que al menos dos están embarazadas”, reveló el Daily Mail.
¿Cómo sobreviven?
Para Misheck, la carga económica de tener una familia tan abultada no ha sido problema, pues, según ha dicho, realmente se ha beneficiado del tamaño de su clan.
“Mis hijos me miman. Constantemente recibo regalos y dinero en efectivo de ellos y de mis hijastros”, relató a la prensa local.
La familia de Misheck depende en gran medida de la agricultura y recientemente el gobierno les entregó 93 hectáreas de tierra en cercanías a las montañas Mvurwi.
Aunque al menos 50 de sus hijos están en la escuela, 6 trabajan para el Ejército Nacional de Zimbabwe, 2 con la policía, otros 11 están empleados en otras profesiones y 13 de sus hijas están casadas.
“Cada una de mis esposas cocina para mí todos los días, pero la regla es que solo como comida deliciosa, cualquier cosa que sienta que está por debajo del estándar se tira a la basura”, dijo.
Su última boda fue en 2015 y se vio obligado a cesar sus matrimonios por la difícil situación económica del país, pero prometió volver a casarse este 2021.