Prueba extenuante
El reto implicó enfrentarse a temperaturas ambiente entre 36-38 °C y de agua de hasta 32 grados. En las primeras horas, el debutante Carrillo fue cauto.
“Al comienzo me quedé muy atrás del pelotón porque sabía que era una prueba extenuante, pero confié en que el ritmo empleado me podía permitir culminar. Durante la prueba sabía que el pronóstico eran unas 9 horas de nado continuo y me enfoqué en que las primeras 5 horas me hidrataría cada 20 minutos tratando siempre de mantener un ritmo armónico de brazadas por minuto”, comentó David, de 38 años.
El deportista, nacido en San Cristóbal y radicado en Cúcuta desde 2013, confesó que fue clave la comunicación con Pinto, quien le indicaba el tiempo por medio de una pizarra acrílica.
“Después de las cinco horas las sensaciones física no fueron las mejores. Hubo adormecimiento en manos y pies, principios de calambres en cuádriceps, tríceps y antebrazos, por lo que cambiamos el tiempo de hidratación para 15 minutos y poder mejorar mis sensaciones que dieran un segundo aliento en la parte restante de la prueba ya que el tiempo se extendió a las 10 horas”, contó Carrillo Rozo.