Las características de ambas muertes se centran en una fiesta desaforada de Año Nuevo, un jacuzzi en un cuarto de El Poblado, una mezcla letal de licor y drogas.
Según se conoció, una invitación de amigos fue la que inició este desenlace para el jubilado británico Leon Victor Dean, quien se hospedaba en una vivienda del corregimiento Santa Elena.
Al parecer, sus conocidos llegaron desde Canadá, con la idea de recibir el año nuevo en la capital antioqueña, quienes además se hospedaron en un hotel de la carrera 36 con la calle 10, y convidaron a Dean a un festejo “con unas mujeres”.
En la noche del 4 de enero, el extranjero de 59 años se reunió con sus amigos en la habitación 301, con quienes habría compartido algunas botellas de licor, para más tarde encender el hidromasajeador al que todos entraron.
Según fuentes no oficiales, la celebración fue hasta las 3:00 de la madrugada del 5 de enero, la mayoría se fue a dormir, pero el invitado permaneció en el jacuzzi.
Fue uno de los conocidos quien encontró a Dean flotando en la bañera después de 7 horas, lo volteó, notó que un hilo de sangre salía de su nariz, y aterrado llamó a la recepción del hotel.
El coronel Rolfy Jiménez, subcomandante de la Policía Metropolitana, dijo ayer que “por los elementos encontrados en la escena, se presume que podría estar asociado a la sobredosis de sustancias alucinógenas y licor”.