Hemos evidenciado a lo largo de cuatro semanas de protesta social, una compleja red diseñada para desinformar y atacar con noticias falsas la institucionalidad. Para llevar a cabo dicha estrategia perversa, grupos radicales han instrumentalizado a numerosos sectores especialmente juveniles para interactuar en plataformas virtuales y redes sociales, en contra de los procedimientos policiales y otra actuaciones institucionales convirtiéndose en el principal combustible del odio que ha generado violencia, afectación a la movilidad vial, entre otros fines perversos, artimaña que sin lugar a dudas cumple con su finalidad generando caos ciudadano y desprestigiando el actuar legal de las instituciones.
Distinto al espíritu de las movilizaciones pacíficas que se han gestado a lo largo y ancho del territorio patrio, está estrategia de desinformación, tiene objetivos fundamentales con horarios específicos y numerales en internet que ponen en peligro la democracia.
La hora que estos sectores radicales han ideado para hacer viral sus contenidos cargados de odio, resentimiento y desinformación, se ubica entre las seis de la tarde 6 y pasadas las diez 10 de la noche, horario en el cual, de acuerdo a los estudios de marketing digital, se constituye la mayor franja de audiencia en redes sociales y plataformas de mensajería instantánea, que coincide igualmente con el lapso de tiempo en el cual en gran parte del país sin ser la excepción el área metropolitana de Bucaramanga, en el cual los enemigos del pueblo, Vándalos, delincuentes y por qué no llamarlos terroristas; destruyen, incendian, saquean, generan pánico, atentan contra la infraestructura privada y del estado, entre otro sin número de atrocidades de las cuales hemos sido testigos y víctimas casi que todos los habitantes del área metropolitana.
Su actuar es sencillo, esperan que los grupos radicales obtengan videos violentos de cualquier parte del país o del mundo y luego en cuestión de minutos, dentro de los vídeos generalizan un ambiente de CAOS que no explica ni la ciudad ni la hora en que sucede el hecho, para posteriormente distribuirlos por todos los grupos de forma sistemática haciendo creer a Miles de jóvenes que tal situación está ocurriendo en la ciudad en qué lo reproducen, esta, dentro de otras formas de obtención y publicación de información maligna que solo busca el desprestigio del país y atizar el fuego a enardecidos vándalos en su firme propósito de hacerle daño a la comunidad.
Ha sido tal el nivel de difamación, que lograron hacer creer a la opinión pública sobre una posible violación de una menor en Popayán, que días después mereció la rectificación por parte de un medio de comunicación por haber informado de forma apresurada. Sin embargo, está desinformación género caos en la sociedad Payanesa, logrando quemar las instalaciones de la URI y generando cientos de movimientos feministas a nivel nacional que afectaron la imagen de todas las instituciones del estado.
En Bucaramanga se adelantan investigaciones en contra de algunos de estos grupos que han motivado hechos que rayan con el carácter terrorista y que fácilmente se les podría calificar como impulsadores de hechos delincuenciales que han generado afectaciones graves a entidades financieras, estaciones de Metrolínea, han VANDALIZANDO almacenes comerciales e intentado quemar vivos a los policías dentro de los CAI. No me refiero en lo más mínimo a la legítima protesta social consagrada en nuestra Carta Magna y que ratificó la defendemos, protegemos y acompañamos con todos los recursos que el Estado Colombiano ha puesto a nuestra disposición para que así sea y que corresponden a la gran mayoría de manifestantes que lo hacen de forma pacífica, pero que desafortunadamente en algunas ocasiones también es perjudicada por el mal actuar de quienes se proponen empañar sus buenos propósitos.
Hoy más que nunca debemos evitar caer en las cadenas de la desinformación, y blindar a nuestras instituciones y por su puesto a la que lleva ciento treinta 130 años al servicio de los colombianos protegiendo sus derechos y libertades, nuestra Policía Nacional, “Dios y Patria”.
Comandante Policía Metropolitana de Bucaramanga