Se han revelado detalles impactantes sobre lo que sucedía en una de las sedes de campaña de Gustavo Petro, ubicada en la calle 48 con carrera Séptima, en Bogotá. Esta antigua vivienda, con fachada pintoresca y un interior aparentemente deteriorado, fue el epicentro de las llamadas “Bodegas de Petro“, donde se coordinaba una estrategia digital agresiva para atacar a los detractores del entonces candidato del Pacto Histórico.
La Operación Secreta de la ‘Bodega’ de Petro
Según lo relatado por Ángela Benedetti, exembajadora de Colombia y miembro de la campaña de Petro, esta sede funcionaba como una verdadera bodega digital. Allí, un equipo de aproximadamente 40 jóvenes, dirigidos por el catalán Xavier Vendrell, se encargaba de operar una maquinaria de redes sociales diseñada para difundir mensajes masivos y manipular la opinión pública a favor de Petro. Estos jóvenes, algunos de los cuales también actuaban como testigos electorales, trabajaban en el sótano y el primer piso de la casona, donde se les instruía para responder rápidamente a cualquier crítica dirigida al candidato.
Benedetti describe a Vendrell como un líder clandestino y nervioso, cuya presencia reflejaba el ambiente sigiloso en el que operaban estas bodegas. La existencia de este grupo y sus actividades recuerdan las declaraciones de Sebastián Guanumen en los petrovideos revelados anteriormente, donde se mencionaba la ética cuestionable que marcó la estrategia de la campaña.
Vínculos Cuestionables: La Propiedad y el Financiamiento
El misterio que rodea la propiedad de la casa ha generado múltiples especulaciones. Se vinculó la vivienda con Euclides Torres, un poderoso contratista conocido como líder del Clan Torres del Caribe, quien, según Nicolás Petro, hijo del presidente, habría financiado eventos clave de la campaña de su padre. Aunque Torres niega haber contribuido financieramente, su nombre ha sido mencionado en relación con contratos millonarios adjudicados por el Estado, lo que ha aumentado las sospechas sobre su influencia.
Documentos del Consejo Nacional Electoral revelan que la casa fue arrendada por la empresa Emprendu S.A.S., una inmobiliaria activa en el mercado. Sin embargo, la identidad del verdadero propietario sigue siendo incierta. Armando Benedetti, exsenador y embajador de Colombia ante la FAO, negó cualquier relación actual con la vivienda, aunque confirmó que su campaña al Senado la arrendó en 2018, lo que añade otro capítulo confuso a la historia de este inmueble.
Seguridad, Secretismo y Confusión en la Casa de la Séptima
La estructura de la casa, que parece abandonada desde hace semanas, sigue siendo un punto de interés. Su fachada, aún decorada con los rostros de Verónica Alcocer y Francia Márquez, se mantiene intacta, y el lugar muestra poco movimiento. Sin embargo, la presencia de una reja con chapa tecnológica y una cámara sofisticada en la entrada sugiere que el lugar está bajo vigilancia constante, manteniendo un aire de secretismo.
La casa también sirvió brevemente como sede provisional del movimiento político Colombia Humana entre marzo y mayo de 2023. Según Marco Emilio Hincapié, entonces secretario general de la Colombia Humana y hoy director de Coljuegos, la vivienda fue prestada temporalmente por Sammy Flower, un joven politólogo y miembro del partido, mientras se encontraba una sede definitiva en Bogotá.
Contradicciones sobre el Uso y Propósito de la Vivienda
Las versiones sobre el propósito y la propiedad de la casa han sido contradictorias. Mientras Benedetti insiste en que la casa fue un centro de operación de las Bodegas de Petro, Janet Olarte, cofundadora de la Colombia Humana, sugiere que estuvo vinculada a la campaña de la vicepresidenta Francia Márquez. La falta de claridad y las diversas versiones han alimentado la controversia en torno a esta casa, que sigue siendo un símbolo de las tácticas utilizadas en la campaña de Gustavo Petro.
Este escándalo no solo arroja luz sobre las prácticas ocultas de la campaña presidencial de Petro, sino que también plantea preguntas sobre los vínculos y financiamientos que pudieron haber influido en su ascenso al poder. A medida que surgen más detalles, la imagen del presidente y su equipo enfrenta un escrutinio cada vez mayor, revelando un lado oscuro y complejo en su camino hacia la presidencia.