Mientras que en 2020 fueron 480, en 2021 se presentaron 623 embarazos en menores de este rango de edad. Las regiones donde más se concentraron los casos fueron: Valle de Aburrá, Urabá y Bajo Cauca.
La secretaria de Mujeres de Antioquia, Natalia Velásquez, mencionó un agravante y es que de ese total del año pasado, solo 155 fueron reportados como abuso sexual, pese a que toda relación sexual con una menor de 14 años es un delito.
De acuerdo con la funcionaria, esto implica que la mayoría de niñas tuvo barreras para acceder al restablecimiento de sus derechos.
Agregó que “ese restablecimiento incluye la activación de la ruta por atención ante abuso sexual, recibir anticoncepción para prevenir un segundo embarazo y también a que tengan asesoría para que puedan interrumpir voluntariamente su embarazó si lo desean, porque así lo determina la Corte en estos casos”.
Entre las razones para no atender los embarazos de niñas entre 10 y 14 años es que suelen ser naturalizados por la falta de información.
La funcionaria explicó que “es un error llamar madres a estas niñas, pues fueron abusadas sexualmente. Y ya está confirmado que a esa edad no están preparadas ni física ni mentalmente para tener hijos”.
Abortos espontáneos, infecciones de transmisión sexual más agresivas o con mayor frecuencia, abandonar los estudios, angustia y depresión, entre otros, son algunos de los riesgos a los que se enfrentan estas menores al quedar en embarazo, y se agrava si no cuentan con el acompañamiento adecuado.
La Secretaría recordó que herramientas como 123 Mujeres, las comisarías de familia, los hospitales, las alcaldías, son espacios para buscar ayuda en estos casos, aunque reconoció que es necesario reforzar el ejercicio de notificación para tener atenciones más oportunas.