Muchas son las especies que se encuentran en vía de extinción en el país, amenazando con acabar la fauna silvestre de nuestro país, es por eso que el Instituto de Investigaciones Biológicas Humboldt aseguró que, “perder un solo cóndor de los Andes es una tragedia ambiental”.
Es por eso que a raíz de la muerte de dos de los Cóndores de los Andes, las autoridades ambientale comenzaron a realizar varias investigaciones detalladas y exhaustivas para determinar la causa de la muerte de estas dos aves que fueron encontradas cerca al Páramo Almorzadero en Santander.
Sin embargo, frente a estos dos casos hay una alta probabilidad de que manos criminales los hayan envenenado, aunque eso solo se sabrá en la necropsia de los cuerpos que ya fueron enviados a la ciudad de Medellín, así aseguro la Corporación Autónoma Regional de Santander.
“Estamos perdiendo una de las especies de aves más reconocidas del territorio nacional. En Colombia, el cóndor de los Andes (Vultur gryphus) está considerado como una especie En Peligro Crítico de extinción, situación que se agrava mucho más con hechos como los registrados en Santander”, dijo Hernando García Martínez, director del Instituto Humboldt.
Los hechos se registraron en la vereda Platera Baja, donde se encontró el cuerpo del macho, mientras que una de las hembras fue hallada en la vereda Tinaja en el sector de Siote.
Este hecho, dice la entidad, “se suma a los preocupantes resultados del primer censo del cóndor de los Andes, que reportó tan solo 63 cóndores avistados. El censo, realizado en febrero de este año y liderado por la Fundación Neotropical en colaboración con diversas organizaciones e investigadores, desplegó un esfuerzo sin precedentes para buscar estas enormes aves en 84 localidades del país”.
Según el experto David Ocampo, quien es ornitólogo y curador de la colección de aves del Instituto Humboldt, confirmó que esta especie de la familia Cathartidae, en la que también pertenecen los chulos, gualas y gallinazos, cumple importantes funciones en la naturaleza a través de su dieta basada en carroña.
“En el caso de especies tan grandes como el cóndor, se asume que los tamaños poblacionales son pequeños y los requerimientos de territorio y alimentación son gigantescos. Para contrarrestar esto, estos animales son muy longevos para así reproducirse y mantener las poblaciones. Por eso, cuando se pierde un solo individuo, el impacto es gigante en la población”.