En un documento secreto y de uso oficial del estado, se dio a conocer que el Gobierno ya sabía lo que se le venía encima desde el año 2019, pues los hechos ocurridos en varios meses y años, darían cuenta de la estrategia para desestabilizar al presidente.
En este documento se dice que uno de los objetivos para poder desestabilizar al gobierno serían la movilizaciones sociales que serían protagonistas de todo el caos que se vive ahora en todo el país, como el “aumento de actividades de bloqueo”, del accionar armado de las disidencias de las Farc y de las bandas criminales, así como un marcado “aumento de índice de violencia, con una baja probabilidad de acercamiento institucional”.
Otro de los factores conocidos en este documento había una proyección hacia lo que iba a ocurrir en 2022 y las elecciones presidenciales, pues se hablaba ya en esa época de la intención de asegurar el “posicionamiento de un candidato presidencial de izquierda”.
Es curioso ver que lo que se dijo en ese entonces, este pasando hoy en día pues la idea de esa convocatoria masiva de gente que se está realizando desde el 28 de abril, era la de paralizar la producción, el transporte, el comercio, los centros educativos públicos y privados, y otras organizaciones estatales.
El documento también manifiesta que las olas violentas violentas de este tipo se vivieron en en algún momento determinado en la región, y habla del V Congreso del ELN, que determinó
“una estrategia enfocada a generar una crisis de gobernabilidad, estableciendo una dirección revolucionaria unificada, que consiste en la unión con las disidencias de las Farc, bases sociales y algunos partidos políticos, entre otros, buscando un cambio estructural en el Estado (…) que proyectan una convocatoria denominada un verdadero paro nacional”.